Trastornos corporales
El top 5 de los trastornos corporales
La anorexia y la bulimia nerviosa, la vigorexia, el trastorno por atracones y la dismorfia corporal
Estos trastornos vienen acaparando un patético protagonismo en las sociedades modernas que estamos construyendo. Convirtiéndose en uno de los problemas de salud más grave del mundo occidental, pone en entredicho, qué de lo que exaltamos hoy en día está permitiéndonos un desarrollo verdaderamente sano como seres humanos.
La adolescencia, ya per sé, es una etapa crítica en el desarrollo, en la que debemos lidiar con ciertos cambios físicos, sociales y psicológicos para nada livianos. Definimos nuestra identidad, aprendemos a desarrollar relaciones afectivas pertinentes, nos independizamos paulatinamente de los padres para aprender a cuidar de nosotros mismos, así como superar las metas ocupacionales para poder acceder a la futura autosuficiencia económica.
Por si fuera poco, en esta etapa acaban por definirse los cambios puberales a los que nos vemos sometidos y con ellos consolidamos nuestra imagen corporal. Y es por este motivo que la adolescencia supone una etapa de riesgo para la aparición de dichos trastornos. Pues, se vinculan directamente con la imagen corporal y la necesidad de aceptación social.
LA INSATISFACCIÓN CORPORAL
Cabe destacar que como individuos formamos parte de una sociedad en parte, tóxica. E influidos por el modelo estético corporal predominante podemos sentirnos arrastrados por una sensación de insatisfacción hacia nuestro cuerpo que representa la distancia entre la imagen que tenemos como ideal y la propia imagen que percibimos de nosotros mismos.
La imagen que percibimos de nosotros mismos puede verse distorsionada de la realidad. Pues, siendo una representación mental puramente subjetiva, se construye a partir de la evaluación que hagamos de nuestro cuerpo, las emociones percibidas tras dicha evaluación y la discrepancia entre las atenciones que concedemos a las partes y aspectos del mismo.
Y los estándares de belleza actuales y las implicaciones de los medios de comunicación para reforzarlos impactan en la autopercepción de nuestra imagen y lo que entendemos por atractivo físico. Pues, sí hoy en día la delgadez y el moldeado del cuerpo se han convertido en símbolo de perfección y éxito social, ¿qué lugar ocupa todo lo que se aleje de ello?
LA PERFECCIÓN: UN CARAMELO ENVENENADO
Estos ideales que imponen cuerpos excesivamente delgados y estrechos para las mujeres, y atléticos con pectorales y espaldas anchas para los hombres, acaban menospreciando los méritos donde habita el valor real y verdaderamente atractivo de las personas.
Y así, se va perpetuando una excesiva preocupación por el cuerpo y la búsqueda de una perfección física inalcanzable, que finalmente se convierte en el origen de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y/o corporales.
LOS SÍNTOMAS DE TRASTORNOS CORPORALES
Anorexia nerviosa
- Miedo intenso a ganar peso, volverse obeso
- Alteración de la percepción del peso o la silueta corporal
- Pérdida de peso
- Escasa ingesta de alimentos
- Sentimiento de culpa al comer
- Cambios en el estado de ánimo
- Pérdida de la menstruación
- Exageración de la importancia de la imagen corporal en la autoevaluación
- Negación del peligro que comporta el bajo peso
Bulimia nerviosa
- Presencia de atracones recurrentes de comida
- Conductas compensatorias de purga (vómitos, laxantes, diuréticos, enemas) o restrictivas (ejercicio intenso o ayunos) con el fin de no ganar peso
- Sentimiento de culpa o vergüenza
- Preocupación constante por el peso
- Cambios en el comportamiento
- Autoevaluación influida por la forma y el peso
Vigorexia
- Preocupación obsesiva por la figura y muscular
- Distorsión de la imagen corporal (se ven poco musculosas)
- Obsesión por una dieta que facilite aumentar la masa muscular y eliminar grasa
- Abuso de anabolizantes, esteroides o hormonas
- Exceso abusivo del tiempo dedicado a la práctica deportiva, concretamente a la musculación en el gimnasio con el posible abandono de otros hábitos diarios.
- Pesarse y observar-se en espejos varias veces al día
El trastorno por atracones
- Ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo y mucho más rápida de lo normal.
- Sensación de pérdida de control sobre la ingesta de alimentos.
- Comer hasta sentirse desagradablemente satisfecho.
- Ingesta de grandes cantidades de alimento a pesar de no tener hambre.
- Comer a solas para esconder su voracidad
- Sentirse a disgusto con uno mismo, depresión o gran culpabilidad después del atracón.
- El atracón no se asocia con estrategias compensatorias inadecuadas (purgas, ayuno, ejercicio físico excesivo, etc.)
La dismorfia corporal
- Obsesión con una parte del cuerpo
- Exceso de horas dedicadas a pensar en el defecto que se cree tener
- Ansiedad, fobia o depresión derivadas ….
- Mirarse en exceso
- No sentir mejora por más cambios inducidos en dicha parte del cuerpo, incluso habiendo recurrido a la cirugía estética u otros tratamientos
Tratamientos para los trastornos corporales
Tratamos los trastornos corporales mediante herramientas terapéuticas específicas. Explorando a la vez los siguientes aspectos que, a raíz de nuestra experiencia, nos parecen ser relevantes e sumamente influyentes:
- Una autoestima sana es uno de los mejores antídotos contra los trastornos corporales, pero las alteraciones físicas que estos provocan influyen negativamente en ella. La terapia puede ayudarte a romper este círculo vicioso para tomar nuevas decisiones y pensar en lo mejor para ti mismo.
- La relación con la comida, con tu cuerpo y con los demás están entrelazadas. De ahí que cambiar pautas nutricionales a veces no funcione, porque hay alguno de estos otros aspectos relacionales que está jugando un papel mucho más importante que la comida. Si no consigues descifrar cómo sanar ese aspecto relacional, en terapia podemos ayudarte a que los cambios que te propongas a largo plazo te funcionen.
- Cuando evitamos conectarnos con nuestro sufrimiento, comer compulsivamente, matarse a muscular o castigarse sin comer pueden ser las estrategias que el cuerpo encuentra para exteriorizarlo, cuando existen obstáculos que nos impiden gestionar según qué emociones. La terapia puede ayudarte a identificarlas y sostenerlas para que puedas dejar de comer, vomitar, castigar o juzgar cada vez que te sientes mal.
Y así, se va perpetuando una excesiva preocupación por el cuerpo y la búsqueda de una perfección física inalcanzable, que finalmente se convierte en el origen de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y/o corporales.