MIEDOS Y FOBIAS, ¿SE PUEDEN SUPERAR?

MAMÁ, TENGO MIEDO

El miedo es una de las emociones más incapacitantes y a la vez de las más predominantes.

Todos lo sentimos a diario, en mayor o menor medida.

Todos tenemos grandes miedos, a algo concreto, a perder lo que tenemos, a desaparecer, a enfermar…

Esta emoción es común a la mayoría de los problemas en psicoterapia, sea o no tu problema principal.

El miedo es una emoción que me protege y me limita a la vez. Es un excelente maestro para activar mecanismos de defensa, rápidos y automáticos, pero a la vez, puede resultar la cárcel que me impide vivir de forma libre.

CUATRO TIPOS DE BLOQUEO POR MIEDO

Ante las situaciones que percibimos como amenaza, se activan reacciones fisiológicas del miedo, comúnmente conocidas como las ‘cuatro efes’:

  • Freeze: Congelarse, bloquearse sin poder pensar, incapacidad para tomar decisiones.
  • Fight: Lucha, descargas de ira, cabreos desmesurados y discusiones. 
  • Flight: Huír, evitar las situaciones, conversaciones y contextos que generan malestar.
  • Fold: Resguardarse, cobijarse para intentar protegerse.

LA DIFERENCIA ENTRE FOBIAS Y MIEDOS

El miedo es una respuesta fisiológica natural ante una experiencia que sentimos que amenaza nuestra supervivencia. Es proporcional con el riesgo que genera una determinada experiencia. Por ejemplo, es normal tener miedo de los leones o de las alturas porque eso supone un riesgo para tu supervivencia.

En cambio, las fobia son respuestas desmesuradas, irracionales, que pueden desencadenarse simplemente al fantasear con algo que nos da miedo. Objetivamente sabemos que no tiene por qué pasarnos nada, pero el miedo dirige la experiencia subjetiva hasta el punto en que sentimos que nuestra supervivencia está en peligro. No obstante, la reacción se siente bien real y puede hasta llegar a generar ataques de pánico.

LOS TIPOS DE FOBIAS MÁS COMUNES EN CONSULTA

  • Miedo a volar.
  • Miedo a conducir (amaxofobia).
  • Agorafobia (miedo a espacios grandes, pequeños al transporte público).
  • Miedo a las aglomeraciones humanas.
  • Fobia social: miedo a relacionarme con otros.
  • Miedo a perderse cosas (FOMO: Fear Of Missing Out).
  • Miedo a la soledad.
  • Miedo a ciertos animales (aracnofobia, miedo a las serpientes…)
  • Fobofobia: fobia a pasar miedo, por ejemplo, a tener un ataque de pánico.
  • Pseudodisfagia: con atragantarse con la propia lengua, a dejar de respirar.
  • Insomnio: con no poder dormir.
  • Misofobia: pavor a la suciedad o a contraer enfermedades.
  • Tanatofobia: fobia a la muerte de algún ser querido o a la propia, a hacerse daño a sí mismo o a los demás.
  • Audiofobia: excesiva sensibilidad a algún sonido (tic-tac del reloj, alguien al mascar…).
  • Cronofobia: fobia al futuro, a que pase algo malo, cualquier tragedia no controlable.
  • Hipocondría: la sensación infundada de que se padece una enfermedad identificándose con los síntomas.
  • Fobia sexual.
  • Miedo a las agujas.

La fobia puede aparecer también en contextos menos específicos: antes de una presentación, en el coche, a la hora de dormir, o cuando se anticipa una conversación difícil. 

Por último, también puede ser originado por cambios vitales recientes (aunque no necesariamente vigentes) o bien los cambios vitales pendientes de hacer (deberes emocionales).

LOS 3 CONCEPTOS BÁSICOS EN EL TRATAMIENTO DE LAS FOBIAS

Antes de empezar un tratamiento debes tener en cuenta estas tres verdades sobre el miedo.

  1. La aparición (y desaparición) de pensamientos no es controlable: ¿Verdad que nadie le da importancia cuando se le repiten pensamientos agradables? Apenas somos conscientes de nuestros pensamientos mientras no generan malestar. Cuando estás enamorado y piensas reiteradamente en la otra persona, cuando imaginas las vacaciones que están por venir o cuando te viene repetidamente a la memoria algo que necesitas recordar.

Así que todo pensamiento es en realidad un ‘pensamiento no deseado’.

Tú no eres tus pensamientos. Tus pensamientos te piensan, te pasan. Los pensamientos siempre aparecen y desaparecen antes de que nos demos cuenta. Pertenecen a la actividad mental pre-consciente (si quieres saber más al respecto, te recomendamos al filósofo de la mente Dan Dennett). 

Así que sean pensamientos no deseados, neutros o agradables, no podemos controlar qué aparece en nuestra mente ni cuándo aparece.

2. Juzgar tus pensamientos: Si todo pensamiento es no deseado, ¿dónde está el problema? El problema cuando aparece la valencia, la atribución negativa que le damos a ese pensamiento, con el consecuente malestar que eso genera. A efectos prácticos, alguien con insomnio puede aceptar que no puede dormir y estar en vela 3 horas, mientras que alguien que revise la experiencia con juicios negativos (mañana no voy a estar descansado, si no puedo dormir ahora entonces cuándo…), se obsesione con ello y sufrirá durante ese mismo período de tiempo (o menos).

3. El maldito no pensar: Cada vez que piensas en parar pensamientos o conductas compulsivas probablemente se te haga un mundo y se incremente tu ansiedad, ¿cierto? Y justamente ¿qué es lo que intentas hacer cuando te obsesionas? La mayoría intentan no pensar. ¿Te funciona?

El error número uno de los que sufren un trastorno obsesivo compulsivo es tratar de hacer desaparecer los pensamientos no deseados. A pesar de ello, intentar no pensar no suele funcionar, ya que para negar un pensamiento hay que representarlos primero (el clásico ejemplo ‘no pienses en un elefante rosa’). Es una pescadilla que se muerde la cola. No pensar es la fórmula infalible para mantener un pensamiento en tu mente.

Hay otros métodos más cómodos y eficaces para empezar a desprenderte de esos lastres, que no pasan por el luchar el impulso con inhibición.

TRATAMIENTOS PARA FOBIAS

Gracias a que las fobias son tan comunes, gozamos de un amplio repertorio de herramientas terapéuticas para acabar con ellas.

Nosotras trabajamos desde la cura rápida de fobias, la desensibilización sistemática, la hipnosis, terapia breve, terapia emdr y el Swish pragmagráfico… Todas ellas técnicas para conseguir que las fobias dejen de limitar vidas. 

Eso sí, adaptamos el tratamiento a cada fobia específica. Si quieres más información sobre tu caso en concreto, contáctanos y nos cuentas sin compromiso.